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Ivy Priaulx Rainier (1903 - 1986) Sudáfrica

  • andreachamizoalber
  • 2 sept
  • 2 Min. de lectura

Compositora sudafricana-británica cuya obra se caracteriza por un estilo profundamente personal, influido por la música africana que escuchó durante su infancia en Natal. Aunque vivió la mayor parte de su vida en Inglaterra y murió en Francia, mantuvo una estética musical única: nunca adoptó el serialismo ni la técnica dodecafónica, pero comprendía bien ese lenguaje, y de hecho, se le atribuyen las primeras obras verdaderamente atemáticas compuestas en Inglaterra.

Empiezo compartiendo su Suite para clarinete y piano. No hay ninguna partitura disponible, ya saben, derechos de autor.


Estudió violín en Ciudad del Cabo antes de trasladarse a Londres a los 17 años con una beca para la Royal Academy of Music. Aunque tomó clases en París con Nadia Boulanger (quien también está en este blog), se consideraba en gran medida autodidacta. Su carrera como compositora comenzó en serio después de un accidente automovilístico en 1935 que la dejó un largo tiempo en recuperación. Su primer trabajo maduro fue el Cuarteto de cuerda n.º 1 en do menor, compuesto en 1939 y estrenado públicamente en 1944.



Entre sus obras más importantes figuran el Concierto para violonchelo, estrenado por Jacqueline du Pré en 1964 (aunque la intérprete expresó gran dificultad y desagrado por la obra), y el Concierto para violín "Due Canti e Finale", compuesto para Yehudi Menuhin, quien lo estrenó en el Festival de Edimburgo de 1977 y describió a Rainier como poseedora de una imaginación musical extraordinaria.

Acá les comparto el Concierto para cello con la interpretación de du Pré.



Una de sus obras más singulares fue The Bee-Keeper, escrita en 1969 para Peter Pears y estrenada en el Festival de Aldeburgh. La pieza, basada en un poema de Edith Sitwell, está escrita para una combinación inusual de instrumentos: flauta, oboe, violín, violonchelo y clavecín. Rainier explota las cualidades propias de su conjunto —el brillo de las maderas, el deslizamiento de las cuerdas, el zumbido del clavecín— para evocar la magia dorada del texto y su tema central: las abejas.



En sus últimos años, Rainier también fue una apasionada ecologista y colaboró con Hepworth en el diseño del jardín de esculturas en St Ives. Falleció en Francia en 1986, a los 83 años, el mismo día del cumpleaños número 70 de Gascoyne. Sus manuscritos musicales se conservan en la Universidad de Ciudad del Cabo y su correspondencia personal en la biblioteca de la Royal Academy of Music. En 2003, su centenario fue conmemorado con programas especiales y el redescubrimiento de su Cuarteto de cuerda de 1922. Su legado, aunque aún poco conocido, es el de una compositora audaz, intelectual y visionaria.

Termino compartiendo su Pastoral Triptych para oboe solo, pueden ver la partitura en el video :)



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